miércoles, 28 de mayo de 2014

28 de MayO

Después de tantos días en esta historia, el primero de mis temores es una realidad absoluta, que sin duda es una lección de la cual deberé aprender a sobrevivir con lo que me queda. Lo único que temía o mejor dicho  a lo que más temía mi segundo temor ya también es una realidad. “NO puedo sentir. Es como si después una colisión en una navío de bajara a ver cuán daño existe en el casco; temiendo que he el peor escenario existiera una fisura en el casco del navío. Pues bien creo que así es mi vida. Existe una fisura tan grande en mí ser, que ya no puedo sentir,  esa sensación ha desaparecido, dejando a su paso una fase de extrañamiento, de inseguridad e inmadurez absoluta. Mis labios no están listos para sentir, mis manos para tocar, y mucho menos mi corazón para amar. Pero me parece que no es una inclusión de tiempo, más bien de no poder sentirlo más.

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