miércoles, 26 de agosto de 2015

Hasta ayer

Aparecí en tu sonrisa, tu voz titubeante busca la menor de las excusas para hablar de mil palabras. Tus manos frías se tornan tibias al tocar mi piel, corre adrenalina en mis entrañas. Tus labios se humedecen en busca de los míos. Los cenos se someten ante el calor de mis labios. Sombría melodía relata nuestra historia, que no culmina hasta que tu piel desnuda descances sobre la mía. Hasta ayer.

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