domingo, 7 de septiembre de 2014

Nadaaa

Nada ha cambiado, la indiferencia es tan recurrente que mi deseo de conquista se venció ante su persistencia. aun su la ausencia de palabra o de alguna señal por de vil que esta pudiera ser. Aun así supongo que cada martes estaré ahí, sentado como hace años solo, esperando que el tiempo me de una señal o que la ausencia canse la ultima gota de sangre en mi corazón. Cada día, cada noche veo por esta ventana un cielo oscuro lejano de mi, ausente de mi alma que ahora huye por un ocaso de alfabetos, desierto de mi.  los deseos mas profundos que tuve alguna vez se han ido perdiendo convirtiéndose en la sombra que ahora deja el tiempo en mi sed de una palabra o de una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario