sábado, 6 de septiembre de 2014

Hoy

El silencio me abrazo al borde del precipicio,
cada paso se acerca al abismo infinito de la soledad
temo por mi labios caídos, temo por mis ojos pedidos
por este rostro marcado con el sella de la soledad
mis pensamientos se pierden una vez, dejando a su paso
esta obligación que me dilata en mi andar.
Mi luna se ha ido, junto a las estrellas de mayo,
las noches se han vuelto un cantar de insomnio
una lucha de serpientes en mi mente, una guerra
de frases que destruye mi nobleza.
Se perdió en sus manos la ultima esperanza
de iluminar el camino, se desprendió la sonrisa
y se quedo el llanto seco. mi partida es absoluta
mi deseo quebradizo ante el día seco de amor.

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