viernes, 20 de mayo de 2016

La distancia de la verdad.

He recordado una tarde noche en el bosque frió, entre un camino de niebla los arboles esconden cualquier camino lejano, lo pensamientos persisten ante la inquietud de esa soledad que rodea mis venas con sangre ardiente de vivir. Cada sueño, cada ilusión es una secuela opuesta a mi sentir de día. 

He visto un bosque sin sol, rodeado de esos mismos arboles que cubren entre hojas los pasos que una vez seguí, he vuelto a recordar ese sentir de soledad, he vuelto a respirar la angustia de mi pesar.

Cada linea, cada mirada se pierde con la mirada abajo, con la sed de luz perdida, con esa sensación de descanso que ahora es una punzada directa en lo mas hondo de mi corazón.

Pedí mi libertad, en las manos vacías con el alma fragmentada y la sonrisa marchita. He vuelto a caminar cabizbajo, pero ahora sin una lagrima que soportar.





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