miércoles, 13 de abril de 2016

Cuando encontré la verdad.


Cuando la verdad llega después de tanto tiempo, cuando la distancia ha creado palabras difíciles de olvidar. Llego la impaciencia por encontrar el final a esta tormenta de invierno.
Las palabras que no se dijeron se perdieron, las acciones que se demostraron se olvidaron, las promesas derivaron en las mentiras de sus manos. 
Cada día, cada hora me ha cegado ante la eminente necesidad de volar lejos, de abrir las alas a un vuelo nuevo a un vuelo inicial. He permanecido demasiado tiempo cautivo por seres hipócritas, malvados de corazón. Poco a poco han desgarrado mis alas, poco a poco se convirtieron en ese lastre que me ha mantenido oculto en la tierra del hombre.
Hoy después de este tiempo he decidido volar, pero ahora la voluntad mas hermosa me detiene una vez mas, el ser mas hermoso que mis manos han tocado no me permite viajar.
La luna tiene que esperar, las estrellas que claman por mi voz han dejado de brillar, mi pasión se ha perdido en las horas de invierno, mis pensares se envenenaron con su actuar frívolo e insensato. 
He aprendido a calmar mi llanto, he podido cesar con esa sensación que quema mi corazón, he aprendido a vivir en el frió invierno, el en calor de verano, en la soledad de otoño. Sus manos y ese mirar no pudieron fragmentar la parte oscura de mi ser, me he alimentado del odio de la maldad. poco a poco mis manos han comenzado a sanar, poco a poco mi mirada a cambiado llena de soledad. mis debilidades las he convertido en fortalezas, las heridas de su crueldad han cicatrizado como recuerdos de mi honestidad.
Todo se pierde, todo se olvida, pero las voces seguirán en espera del momento de volar. 
Olvido a quien debo olvidar, recuerdo a quien me pide recordar.
El mejor obsequio para esa persona que espera por mi....sera el no llegar.

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