En la angustia de esta soledad he encontrado una tregua para mi corazon, que distante del sentir se apresura a la locura eterna entre lagrimas de cenizas, como a su paso se alenta la brisa veraniega en mi rostro marcado con el sello de la tristeza, que marchita el brillo de mis ojos dejando a su paso la sed de un abrazo sincero.
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